No se puede decir más claro. LG ha hecho números para evaluar el nivel de aceptación del mercado para su excelente G2 en su primer cuatrimestre de vida, y los datos no pueden ser peores... 2,3 millones de temrinales vendidos. Malos números, muy malos resultados para LG.
¿Razones? pues la verdad, hay muchas... la capa de personalización es bastante mala, aunque funcione mayormente fluida, es muy mala. El diseño no está mal, pero demasiado parecido a Samsung y su gama Galaxy. Pero sobre todo, la enorme competencia que existe en la gama alta a buen precio, el creer que las ventas vendrían solas por basar el terminal en el SoC más potente del momento y la mala política de actualizaciones que les persigue, aunque su voluntad se empiece a tornar en buena.
Quizá todo eso, junto con la dificultad añadida que supone quitarle un trozo de pastel a la gran maquinaria de Samsung y Google con sus Nexus, han hecho que LG no haya logrado llegar a su meta de ventas, vendiendo un 42% menos de lo previsto, lo que supone la mitad casi de lo que se esperaba.
Cuando todos creíamos que LG comenzaba a levantar cabeza con sus terminales de gama alta, ya que el G2, todo sea dicho, es un gran terminal, los datos están ahí y de ellos la empresa extrae su beneficio, los usuarios su confianza y la comunidad su aceptación.
Ni Corea, donde más ventas realiza ha podido salvar los trastos... 600.000 terminales vendidos. A LG solo le quedan Navidades para salvar los muebles, pero va a estar muy muy difícil.








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